Los efectos nocivos del polvo en los recintos de trabajo pueden ser muy graves para la salud de los empleados. El polvo puede contener partículas tóxicas, como metales pesados, productos químicos y materiales biológicos, que pueden causar enfermedades respiratorias, alergias, irritación de la piel y ojos, y otros problemas de salud. El polvo también puede contener partículas microscópicas que pueden penetrar profundamente en los pulmones, lo que puede causar enfermedades graves como el cáncer.
Es importante que los empleados sean conscientes de los peligros que conlleva estar en contacto directo con el polvo y que tomen las medidas necesarias para protegerse. Contar con un aseo constante y realizado por profesionales para evitar los efectos nocivos. El polvo puede acumularse en los recintos de trabajo, es por eso que es esencial el uso de equipos de limpieza adecuados, como aspiradoras, trapeadores y mopas, así como el uso de productos de limpieza seguros.